Tal como se reclamó al Ministerio de Trabajo, al de Salud y al propio Gobernador, los casos de Covid 19 se incrementaron en un 350 por ciento y 3 de cada 10 casos fueron contraídos en el ámbito laboral. En este marco. el Plenario de Secretarios Generales de los sindicatos adheridos a Festram dispusieron un paro por 24 horas en reclamo de la vacunación para el sector.
Tras resolver la medida, comunicaron: “Consideramos justo que se haya vacunado a otros sectores, pero se excluyeron –entre otros- a docentes municipales. Se vacunó a todo el personal de seguridad, pero en los operativos participa mayoritariamente el personal municipal y comunal. Se vacunó a empleados privados de servicios fúnebres, pero la manipulación de féretros y cadáveres la hacen quienes trabajan en los cementerios”.
Según consideran, hoy las áreas de Control, Recolección de Residuos, Desarrollo Social, trabajadores afectados a Defensa Civil, Tránsito, Policía Municipal, Inspectores y Guardias Urbanas, áreas de servicios como alumbrado, obras sanitarias, aguas y tantas otras actividades están igualmente expuestas que otros sectores ya vacunados.
Asimismo remarcaron que funcionarios de la Provincia convocan específicamente a personal municipal y comunal, a través de sus autoridades, a colaborar en los operativos de control y asistencia sanitaria pero ignoran la necesidad de su vacunación y el índice de contagios y fallecimientos de nuestros compañeros y compañeras.
“Incluso hemos tomado conocimiento de gestiones realizadas por Intendentes y Presidentes Comunales, para exigir la vacunación, pero tampoco han sido atendidas, es decir, no hay vacunas para un servicio declarado Esencial en Pandemia como lo es el Municipal”, afirma el comunicado.
La medida de fuerza, además de exigir la vacunación de todo el personal en riesgo, reclama por la integridad física de los trabajadores municipales y comunales que son enviados a la realización de operativos para el cumplimiento de protocolos, y son víctimas de graves agresiones por parte de los infractores. Las respuestas violentas, y hasta el uso de la fuerza, son una constante