Nelson tiene 17 años, vive bajo la tutela de Sergio y llegó hace cuatro meses desde San Bernardo, una ciudad del Chaco de 11 mil habitantes, situada a 740 kilómetros al norte de San Lorenzo. De lunes a sábado se gana la vida vendiendo tortas asadas en un puesto ambulante de Misiones y Ahoyuma, en barrio José Hernández.
Dejó primer año de la secundaria para ponerse a trabajar y ayudar a su madre y hermanitos. Amasa, estira y espolvorea los bollos con chicharrón para tirar las tortas a la parrilla. “Mi familia es muy humilde; vive con lo justo y necesario. Mi vieja me apoyó para que me viniera a trabajar con Sergio”, expresó Nelson.
“Laburando hago feliz a mi vieja y ayudo a mis hermanitos, que son chiquitos”, reconoció el joven chaqueño, que viaja todos los días desde el barrio rosarino La Cerámica hasta el Cordón Industrial para ganarse la vida en el puestito tortero de José Hernández.
“Del pueblo que vengo hay muchos habitantes y ayer cumplió 88 años. Pero allá no hay mucho trabajo. Acá hay más oportunidades y la gente ayuda, es solidaria. Cuando vuelva al pueblo llevo para ayudar a mi vieja”, señaló.
Nelson cumple 18 años el próximo 9 de mayo. “Sueño con trabajar en una empresa, salir adelante y comprarme una casita. Juntarme y formar una familia. Y sacar a mi vieja de allá porque hay una crotera bárbara (sic). Quiero sentir el orgullo de sacar a mi mamá de allá”, manifestó el joven que le escapa a la pobreza a fuerza de trabajo.