Rubén Castiñeiras, más conocido como “El Pepo”, quedó en libertad tras haber sido condenado a más de cuatro años de prisión en juicio abreviado a fines de 2022.
El cantante de cumbia había sido encontrado culpable del accidente que le provocó la muerte a dos de sus (Nicolás Carabajal e Ignacio Abosaleh) en julio de 2019. La pena fue de cuatro años y siete meses de prisión, tratamiento psicológico y la prohibición de manejar por diez años.
El juicio fue breve porque el cantante se declaró culpable de “homicidio culposo séxtuplemente agravado por conducción imprudente, negligente y antirreglamentaria, bajo los efectos de estupefacientes y con un dosaje de 1,02 gramos de alcohol por litro de sangre, por exceso de velocidad, por mediar culpa temeraria y por la pluralidad de víctimas y lesiones culposas agravadas”.
Su abogado, Mariano Cid, informó a Infobae que quedó libre este mediodía por decisión de la Justicia.
“El Pepo” y los integrantes de su grupo se dirigían a Villa Gesell para dar un recital. Castiñeiras fue acusado por la muerte del trompetista Nicolás Carabajal, como así también de su asistente, Ignacio Abosaleh, ya que conducía el vehículo -Honda CRV- que volcó en la ruta 63, a la altura de la ciudad bonaerense de Dolores. Como consecuencia del siniestro también resultó herida Romina Candia, quien luego pudo recuperarse.
El cantante recibió una pena de cuatro años y siete meses de prisión de efectivo cumplimiento, accesorias legales, inhabilitación especial para conducir vehículos automotores por el término de diez años y pago de las costas procesales. El imputado cumplió prisión domiciliaria y gozó de salidas laborales.
El músico estuvo internado en el hospital San Roque, de Dolores, luego fue trasladado a la comisaría número 1 de Chascomús y posteriormente a la Alcaldía número 3 de Melchor Romero, en La Plata. Allí se fracturó una pierna mientras jugaba al fútbol, por lo que le concedieron el arresto domiciliario y también la posibilidad de seguir grabando.