Con los sistemas sanitarios público y privado saturados y una preocupante escasez de oxígeno, el gobierno provincial no descarta más restricciones, de cara al domingo que vence el decreto nacional. Por ahora, las escuelas solo se cerrarían como último recuerdo.
En contacto con el programa Radiópolis (Radio 2), el ministro de Gestión Pública de Santa Fe Marcos Corach aclaró que todavía no hay ninguna medida definida y que la Casa Gris espera definiciones del gobierno nacional. Con todo, aclaró que “vamos a tratar de sostener las clases presenciales lo máximo posible”.
Pero sostuvo que la situación epidemiológica es casi insostenible e hizo un fuerte pedido al cuidado.
“La población tiene que saber que el aumento de camas es muy finito y llegamos al máximo y que tenemos que bajar los contagios y esto significa que hay que bajar la circulación”, señaló.
Consultado en tal sentido, por el funcionario provincial que participó de una fiesta clandestina y fue finalmente apartado de la gestión, dijo: “Repudio fuertemente la participación de este funcionario o de cualquier funcionario en eventos prohibidos, no van a tener protección, el gobernador (Omar Perotti) fue claro”. Su actitud deslegitima a todos los funcionarios que no hacemos estas cosas. Es difícil poner la cara después de eso”.