La calidad del agua: Un reto en la lucha contra el arsénico

El agua es un recurso fundamental para la vida, y garantizar su calidad es un desafío que involucra a todos los niveles de gobierno. En la provincia de Santa Fe, más de 40 localidades enfrentan el grave problema de la contaminación por arsénico en el agua, un elemento químico que, cuando se encuentra en concentraciones altas, puede causar serios problemas de salud a largo plazo.

En un reciente encuentro con los medios, el director del Ente Regulador de Servicios (ENRESS), Hugo Marcucci, explicó la situación del agua en la provincia y las acciones que se están tomando para mitigar los riesgos para la población. «El arsénico se encuentra de manera natural en las napas subterráneas de ciertas zonas de la provincia, especialmente en el oeste, lo que genera niveles elevados de este contaminante en el agua», explicó Marcucci.

Este problema se concentra principalmente en las localidades que dependen del agua subterránea, ya que el arsénico está presente en las aguas de las napas de esas zonas. Si bien el arsénico no produce efectos inmediatos, el consumo continuo de agua con altos niveles de este contaminante durante años puede tener consecuencias graves para la salud, como cáncer y enfermedades respiratorias.

Según Marcucci, el Código Alimentario Nacional establece un límite máximo de 50 microgramos de arsénico por litro de agua. Sin embargo, en muchas localidades santafesinas, este límite se ve superado, lo que obliga a las autoridades a tomar medidas urgentes. «En los lugares donde se detectan altos niveles de arsénico, se exige a los prestadores de agua que adopten sistemas de tratamiento, como las plantas de ósmosis inversa, para reducir los niveles de arsénico», señaló el titular del ENRESS.

En total, son 47 localidades de la provincia que enfrentan esta problemática, y en algunas de ellas, las plantas de ósmosis inversa ya están operando con éxito. No obstante, existen otras localidades donde aún no se ha implementado este tipo de tecnología. En estos casos, el ENRESS exige que los prestadores de agua proporcionen alternativas, como agua potable de otras fuentes, para garantizar que la población reciba agua apta para el consumo humano.

El proceso de control de calidad del agua, según explicó Marcucci, es continuo y exhaustivo. El ENRESS realiza pruebas periódicas de los niveles de arsénico en el agua y obliga a los prestadores a enviar los resultados de estos controles.

El ENRESS también se encarga de garantizar que el agua proporcionada por los prestadores sea segura y saludable. Si algún prestador no cumple con los estándares de calidad, los usuarios tienen derecho a presentar una queja ante el ENRESS, que tiene la autoridad para intervenir y exigir mejoras en el servicio.

Marcucci destacó que, aunque el tema del arsénico en el agua ha sido históricamente un desafío, la provincia ha realizado importantes avances en los últimos años. «A través de la inversión en infraestructura y el fortalecimiento de los controles, estamos avanzando en la solución de este problema», afirmó.



Fuente: https://www.radioeme.com/2025/11/la-calidad-del-agua-un-reto-en-la-lucha-contra-el-arsenico/

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